lunes, 30 de mayo de 2016

FARC EP Comunicado Conjunto #69 Destacado

Por: FARC EP
La Habana Cuba 12 de Mayo de 2016

Comunicado Conjunto #69 









Comunicado Conjunto #69

En el día de hoy las delegaciones del Gobierno de Colombia y de las FARC-EP queremos anunciar que hemos llegado a un acuerdo para brindar seguridad y estabilidad jurídica al Acuerdo Final; para asegurar su introducción al ordenamiento jurídico colombiano y para dar garantías de cumplimiento de dicho Acuerdo Final, tanto conforme al derecho interno colombiano como conforme al derecho internacional.

PONENCIA A LA AUDIENCIA PÚBLICA: “REFORMA POLÍTICA Y GARANTÍAS DE PARTICIPACIÓN POLÍTICA PARA LA CONSTRUCCIÓN DE LA PAZ EN COLOMBIA” CÁMARA DE REPRESENTANTES

 Por: Delegacion de PAZ de las FARC EP
26 de mayo de 2016
cabezote delegacion nuevo

Con la esperanza en la reconciliación de la patria saludamos a los organizadores y asistentes de la Audiencia Pública en la Cámara de Representantes sobre “REFORMA POLÍTICA Y GARANTÍAS DE PARTICIPACIÓN POLÍTICA PARA LA CONSTRUCCIÓN DE LA PAZ EN COLOMBIA”. 

LA LUCHA GUERRILLERA Y EL ACUERDO DE PAZ.

Escrito por Delegacion de Paz de las FARC EP
Sabado 28 de Mayo de 2016.

cabezote delegacion nuevo

 
LA LUCHA GUERRILLERA Y EL ACUERDO DE PAZ.

Camaradas asistentes a la conferencia del Comité Distrital del Partido Comunista Colombiano, Mario Upegui Hurtado.

Desde la Delegación de Paz de las FARC-EP en la Mesa de Conversaciones de la Habana les extendemos nuestro saludo cálido, revolucionario y el deseo de éxitos en el desarrollo de este importante certamen.

DE LAS RESISTENCIAS A LA LUCHA POR LA PAZ CON JUSTICIA SOCIAL.




Escrito por Delegacion de Paz de las FARC EP
Sabado 28 de Mayo de 2016.

cabezote delegacion nuevo

 
LA LUCHA GUERRILLERA Y EL ACUERDO DE PAZ.

Camaradas asistentes a la conferencia del Comité Distrital del Partido Comunista Colombiano, Mario Upegui Hurtado.
Desde la Delegación de Paz de las FARC-EP en la Mesa de Conversaciones de la Habana les extendemos nuestro saludo cálido, revolucionario y el deseo de éxitos en el desarrollo de este importante certamen.

52 años después de que la agresión militar del Plan LASO diera origen a nuestro levantamiento en armas, con la esperanza hoy de un pronto Acuerdo de Paz cuya conquista ya se ve clara en el horizonte, es para nosotros grato poder  presentar opiniones sobre el tema de las resistencias y la  lucha por la paz, en este conversatorio inaugural de la Conferencia Distrital de Bogotá de los camaradas del Partido Comunista Colombiano.

Nuestro combate armado, desde sus orígenes y su mismo inicio ha sido una lucha sostenida por la paz.
La construcción de la paz, ya empezada en el proceso de La Habana, es sin duda una gesta para potenciar las resistencias contra la guerra y contra todo aquello que la ha engendrado.
Por ello, vemos continuidad entre la resistencia y la paz, entre la paz y la resistencia. Nada más equivocado que ver contradicción entre estas dos banderas del pueblo colombiano. Pero, obviamente, el tránsito histórico hacia una sociedad sin conflicto armado, implicará necesariamente una auténtica ola de transformaciones para las que el movimiento popular y revolucionario debe prepararse
En 1.949 el Comité Central del Partido Comunista Colombiano, logró reconocer tempranamente la justeza y la necesidad de la táctica de la autodefensa de masas para enfrentar la represión y la violencia bipartidista. Del desarrollo de esta política fundida con la creciente resistencia de las comunidades agrarias, surgió hace ya más de 5 décadas la actual etapa de lucha guerrillera, ante la tozudez del establecimiento de bombardear con aviones de la Fuerza Pública las justas reivindicaciones del campesinado.

La lucha insurgente colombiana no hubiese podido resistir medio siglo si no correspondiese a necesidades históricas de nuestro pueblo. Los informes de la Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas arrojan mucha claridad en este sentido, ligando nuestro surgimiento como guerrilla, a causalidades sociales  en la cuestión agraria y en la exclusión política, lo que derruye tesis falseadas sobre nuestro origen y desarrollo como  movimiento revolucionario armado.
Nadie puede hoy desconocer, que desde el mismo Programa Agrario del 20 de julio de 1964, el llamado de las FARC fue por el diálogo y la construcción de vías incruentas para la resolución del conflicto social armado que sembró entre nosotros la oligarquía.

Pero Tuvieron que pasar 20 años para que el Gobierno Nacional bajo el mandato de Belisario Betancurt, se decidiese por primera vez a establecer conversaciones de paz.
Hoy tras 32 años de búsqueda de la salida política y 3 procesos cancelados por las negativas del establecimiento, en La Habana se ha logrado labrar un camino que  nos está conduciendo efectivamente a la finalización de la guerra.

Sin duda podemos decir que en esta ocasión, hemos avanzado más que en cualquier otra oportunidad, pese a los escollos que aún quedan por sortear.
A nuestro juicio, el mayor logro de La Habana hasta ahora, ha sido asestarle una importante derrota al paradigma de la salida militarista  a la crisis, que tanto embrujó al establecimiento colombiano y global en épocas recientes.

Para esto, hubo que soportar todos las campañas militares desatadas en contra nuestra, desde los imperialistas planes LASO y plan Colombia, hasta el llamado Estatuto de Seguridad de Turbay, la Guerra Integral de Gaviria, el Plan Patriota, el Plan Espada de Honor el Plan de consolidación y la mal llamada Seguridad Democrática de Uribe.

Nunca antes, en Nuestra América, una guerrilla había tenido que enfrentar tal tenaza militar de desproporcionado pie de fuerza estatal, ingente apoyo extranjero,  y la utilización de fuerzas irregulares privadas como política de Estado, en un intensidad a la que pudimos responder saliendo airosos en el campo de batallas, porque siempre contamos  con el invaluable apoyo del pueblo humilde y empobrecido que nos ha acompañado.

La insurgencia que declararon vencida una y mil veces en los medios del establecimiento, continuó firme pese a los golpes recibidos, porque sus bases se enraízan en la lucha emancipatoria de las masas, que aún tiene innumerables problemas por resolver, pues los bombardeos no distribuyeron la tierra, ni los aviones fantasma abrieron espacios de participación política; por ello, podemos expresar con profundo convencimiento, que la guerra que ha seguido hasta hoy, no es la solución.

Jamás se ha visto que un Estado, por débil que sea, se siente con el total consenso de la comunidad internacional, de la Casa Blanca y hasta del El Vaticano, a construir reformas sociales y políticas con una cuadrilla de malhechores, o con un grupo vencido militarmente y en la bancarrota política.
Siempre hemos dicho que no viajamos a Cuba a rendirnos ni a entregarnos: En La Habana, hemos conversado y construido solidas bases para dar inicio a importantes transformaciones de nuestro país.
Se ha convenido por ejemplo, la reforma rural integral que abra el camino para dejar atrás la ignominiosa concentración de la tierra y la rampante miseria de nuestra población rural; hemos acordado los lineamientos centrales para la apertura democrática que requiere la paz, dando mayor impulso a la participación política de los excluidos, en medio de garantías para las expresiones políticas y sociales que han sufrido la negación histórica por parte del sistema.

Fruto de los debates en la Mesa ha quedado en tela de juicio la equivocada política de “guerra contra las drogas” impuesta por Washington, con sus acentos punitivistas y agresor.
En su relevo necesario, se construyeron programas alternativos para la sustitución voluntaria y el tratamiento del consumo como un problema de salud pública.

También ha quedado fuera de escena, el cuestionado ius poniendo, o la capacidad de impartir justicia del Estado colombiano, dando paso a una nueva Jurisdicción Especial para la Paz, dentro de un gran Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición, que reemplazará las verdades contrahechas y a un aparato judicial ilegítimo que ha servido de instrumento de guerra, de impunidad para los corruptos y de garrote para la gente humilde y el movimiento social. Todos estos cambios se han hecho pensando principalmente en los derechos de las víctimas.

Hemos logrado también pactar con el gobierno, compromisos serios para el desmantelamiento de esa política de Estado que es el paramilitarismo de viejo y de nuevo cuño, con una estrategia múltiple, que logre combatir no solo a los últimos eslabones de la cadena, sino a sus operadores políticos, económicos e ideológicos, al tiempo que se atacan simultáneamente todas sus expresiones.
No sobra recomendar, una revisión rigurosa de los Acuerdos parciales, sus asteriscos y salvedades a fin de tener mayor claridad sobre la dimensión de lo discutido y lo trascendente de lo ya definido para el beneficio de las mayorías; considerando eso sí, que aún hay importantes aspectos por consensuar; uno de ellos, la implementación misma de lo que hasta ahora solamente está en el papel, pero es necesario hacer realidad.

No menos importante es el entendimiento recientemente conseguido entre las partes sobre el carácter de Acuerdo Especial de todo lo firmado. Este acuerdo, ha sido un verdadero candado jurídico que incorpora los acuerdos de paz al orden jurídico nacional e internacional, en total armonía con los Convenios de Ginebra que rigen el desarrollo de la guerra y los cuales el Estado colombiano ha suscrito.

Por esta vía, se ha abierto la ruta más segura y expedita para que los importantes alcances de la mesa de La Habana, no queden al garete de los avatares parlamentarios, ni en meras promesas del ejecutivo sin posibilidad legal de hacerse realidad.
Solo las partes podrían eventualmente modificar lo acordado y no habría que esperar a los paquidérmicos trámites ordinarios propios del poder constituido, el tratado de paz que pretendemos.
No obstante, no podemos perder de vista que, frente a una historia de sempiternos incumplimientos a las justas reivindicaciones de esa otra colombia olvidada que constituye las mayorías nacionales, requerimos no solamente de seguridad jurídica para la paz, sino también y ante todo, de seguridad política.

Esta seguridad solo puede provenir de un creciente apoyo de los sectores populares al proceso de paz, y a la suma de las más diversas expresiones políticas al consenso de los acuerdos.
Es en este terreno donde es fundamental el papel de las compañeras y los compañeros comprometidos en la lucha por la solución política, para activar esta gran ola que abrace la Mesa de diálogos y haga posible la culminación de los puntos restantes, su pronta realización y su cristalización en la práctica.
Aun restan importantes debates sobre puntos esenciales  sobre el punto 3 Fin del conflicto que deberán establecer los marcos de definición  de asuntos como el Cese al Fuego bilateral y definitivo, lo mismo que sobre el tema de la dejación de armas, la Reincorporación de las FARC-EP en lo político, lo económico y lo social, las 42 salvedades a los acuerdos parciales, la implementación y el presupuesto para el cumplimiento de lo ya acordado, así como el mecanismo de refrendación, asuntos todos estos, que solo pueden lograrse en medio del acompañamiento popular y democrático, para que las salidas a los mismos no sean imposiciones  gubernamentales, sino consenso de las partes que prioricen el concurso de la sociedad.

Valga la oportunidad para hacer dos claridades respecto a la recta final del proceso:
Ratificar que las FARC-EP en ningún momento ha negado la posibilidad de un mecanismo de una refrendación que incluya la consulta al electorado.

En lo que hemos sido enfáticos es en la improcedencia del llamado Plebiscito por la Paz.
Por tres razones: a) por cuanto somete un fin mismo de la nación y derecho fundamental, al escrutinio de las urnas, yendo en contravía de la misma constitución, porque es que la paz no es plebiscitable;
2-Por su improcedencia legal, ya que otorga al plebiscito potestades aprobatorias sobre materias que nos son resorte del ejecutivo como el cúmulo de reformas constitucionales y legales derivadas de los acuerdos; y,

3 por cuanto ha sido una propuesta no definida por la Mesa, que entraría en contradicción con la ya aprobada categoría del Acuerdo Especial.
Tambien, es bueno aclarar que la aprobación de la categoría de Acuerdo Especial o la exploración de los mecanismos de refrendación,  no significan que hayamos retirado la bandera de la ANC.
La Asamblea Nacional Constituyente no es un instrumento refrendatorio, sino que es un punto de llegada del proceso de paz, un paso necesario para la implementación de lo acordado y para la  participación plena del constituyente primario, redoblando así la seguridad jurídica y política, mas el efectivo desarrollo de los acuerdos.

No estamos hablando de una ANC  para aprobar el Acuerdo Final, que ya tendría fuerza vinculante con la mera firma de las partes, sino que es un ejercicio de poder constituyente para adaptar la institucionalidad del país a esta nueva etapa histórica para la que se está preparado: la paz.
¿Cómo se piensa entonces resolver el numeral 3.5 de la Agenda que trata sobre las reformas y ajustes institucionales necesarios para la paz, sino es a través de una ANC?

Tampoco es cierto que sea  una ANC para las FARC, sino para posibilitar la participación efectiva del más variado espectro de expresiones sociales y políticas hoy excluidas del régimen vigente, para lo cual deberán acordarse las medidas del caso para que todos estemos representados, y en cuya construcción esperamos encontrarnos con  todos los sempiternamente excluidos y con todos los amigos de la paz.

Con estas dos  claridades, dos comentarios finales sobre el escenario del post-acuerdo:
No hemos librado una lucha de más de medio siglo para quedarnos encerrados en cárceles a cielo abierto, ni para hacer política en recónditos parajes con dantas y churucos.
En la Mesa está en discusión nuestra reincorporación política, económica y social, no nuestra exclusión de la vida política, económica y social del país.

Así que, se equivocan los que en su afán editorial se apresuran a despedirse de nosotros y decirle “Adiós a las FARC”, porque de lo que se trata de construir en el Acuerdo Final, es darnos la bienvenida para que en medio de garantías y condiciones de igualdad, podamos disputar el poder político al establecimiento.

Hemos sido claros, las FARC no se desmovilizan, se transforman, se movilizarán ya sin armas, en tránsito a un nuevo movimiento político enraízado en las masas populares de campos y de ciudades, que espera confluir con el conjunto del movimiento democrático, rompiendo prevenciones y sectarismos, en una gran convergencia que prontamente sea alternativa para gobernar el país, fortaleciendo los cambios introducidos por los acuerdos de La Habana y produciendo las transformaciones democráticas que nuestro reclama.

Por otra parte, el proceso de implementación de los acuerdos no puede entenderse como una dádiva arrancada al Estado y sometida por ello a sus dinámicas burocráticas.
Todos los componentes de la  implementación, -incluidos los recursos-  que permitan concretar lo acordado, debe ser definidos bilateralmente y con la participación protagónica de las comunidades.
Estamos en mora, que el arduo trabajo labrado en la Mesa, reciba el enriquecimiento y la concreción de los movimientos sociales y políticos para que se apropien y desarrollen lo acordado.
Y en este sentido, sin duda Bogotá, capital que concentra las principales estructuras de poder que requieren ser democratizadas para poner fin al conflicto armado, ha de ser escenario privilegiado  para la implementación de los acuerdos.

Esperamos el concurso del Comité Distrital Mario Upegui y de todas las fuerzas populares para poderlo llevar a cabo.

Bogotá no ha sido ajena a los padecimientos de la guerra y no puede estar fuera de la paz. Es nuestro deber colectivo construir un proyecto de ciudad incluyente para un país en paz.

Agradeciendo inmensamente esta posibilidad de compartir nuestras reflexiones con Uds, cerramos esta intervención recordando a todos nuestros camaradas caídos en las diversas formas de lucha, comunistas y revolucionarios que en la montaña o en la ciudad, en la acción de masas y en la clandestinidad, labraron este proceso de cambio, esta Nueva Colombia que empieza a nacer.
En su honor ganaremos la paz, y en la paz seguiremos luchando por un nuevo gobierno democrático y popular, sin renunciar nunca a los principios por los que ellos, ustedes y nosotros hemos puesto en juego la vida: La Nueva Colombia, la Patria Grande y el Socialismo.
Muchas gracias.



 

Operación Masacre (memoria, dignidad y resistencia) la Macarena-Colombia

 Por. Cubainformacion.

El hombre tras el Acuerdo Especial

Por. Alfredo Molano Jimeno
El Espectador, 21 de Mayo de 2016

El hombre tras el Acuerdo Especial 

Recorrido por la vida pública de Álvaro Leyva Durán, quien se ha jugado a fondo por la paz. Es el autor intelectual del último logro de los diálogos de La Habana: la maniobra para constitucionalizar el acuerdo final, mediante el Derecho Internacional Humanitario.
El hombre tras el Acuerdo Especial
 Álvaro Leyva aseguró en 2012 que el Acuerdo Especial debía ser la fórmula de cierre del conflicto armado. /Archivo

Cuando pasen los años y el conflicto armado en Colombia sea memoria, en la cronología de los procesos de paz tendrá que aparecer un nombre afín a todos ellos: Álvaro Leyva Durán. La última evidencia es su papel en el diseño de la Jurisdicción Especial de Paz, que sienta las bases del modelo de justicia que se va a aplicar para satisfacer a las víctimas. Pero sobre todo, la concepción y el desarrollo de la idea de convertir lo pactado en La Habana en un Acuerdo Especial en el marco del Derecho Internacional Humanitario, ceñido a los límites de la Constitución.

Este es el año de la paz en Colombia

Granma entrevistó a Jorge Enrique Botero, uno de los periodistas colombianos que mejor conoce el conflicto armado en su país 

Autor Laura Bécquer Paseiro
Irrumpimos en su apartamento en pleno corazón del Vedado capitalino en una mañana en la que el calor casi derrite las calles.  “Pasen, son bienvenidos”, dice Jorge Enrique Botero, uno de los periodistas colombianos que mejor conoce el conflicto armado en su país y que accede a una entrevista con Granma.

FARC: “Estamos preparándonos para hacer política”

Mauricio Jaramillo, miembro del Secretariado de las FARC-EP en entrevista exclusiva para VOZ.

26 de Mayo de 2016.

Desde los campamentos en el Yarí, habla Mauricio Jaramillo. La pedagogía para la paz y el trabajo político son las principales actividades que ocupan hoy buena parte de la guerrilla de las FARC-EP
Mauricio Jaramillo, miembro del Secretariado de las FARC-EP en entrevista exclusiva para VOZ.
Mauricio Jaramillo, miembro del Secretariado de las FARC-EP en entrevista exclusiva para VOZ.

Redacción Política

El integrante del secretariado de la organización insurgente, Mauricio Jaramillo, está dedicado a la pedagogía de paz entre sus tropas y preparando a la guerillerada para el nuevo momento político que se avecina. Hablamos con Mauricio Jaramillo en medio de las selvas del Yarí. Uno de los arquitectos de la agenda que dio inicio al diálogo habla sobre el proceso de La Habana y los retos que se plantean para la guerrilla.

domingo, 29 de mayo de 2016

LOS ULTIMOS DIAS DE LA GUERRA

2016/04/16 00:00

En estos días los guerrilleros del bloque Jorge Briceño pasan más tiempo en las aulas que en las trincheras. Foto: León Darío Peláez

¿Cómo leer el Comunicado Conjunto #69? 13 claves para el estudio y discusión


Los avances en los puntos de discusión de la Mesa de Conversaciones de La Habana, además de los gestos de desescalamiento, como el cese unilateral al fuego que mantienen las FARC-EP desde el 20 de julio de 2015, la suspensión de bombardeos a campamentos guerrilleros por parte del Gobierno o actos tendientes a la reconciliación como las disculpas públicas a la población de Bojayá, entre muchos otros, dejan pocas dudas acerca la inminencia de la firma de un acuerdo final.
El Comunicado Conjunto #69 del 12 de mayo pasado es quizá uno de los anuncios más relevantes que se han dado en el marco del proceso de conversaciones. Sin embargo, son más las dudas que las claridades que surgen de su lectura, pues abundan en él tecnicismos jurídicos y procedimientos, difícilmente comprensibles para un ciudadano que simplemente quiera acercarse a los acuerdos y carezca de conocimientos específicos sobre tales temas.
Por ello, el presente artículo busca aportar algunas herramientas para una lectura rigurosa y enriquecedora del Comunicado. Es decir, no pretende explicar lo acordado, sino dar unas pistas para que el lector o lectora pueda interpretar el contenido del mismo.
1. ¿Qué fue lo que se acordó?
Lo que se acordó y contiene el Comunicado Conjunto #69 es un conjunto de herramientas para el blindaje jurídico al Acuerdo Final que permita que este se inserte al ordenamiento normativo colombiano y que cuente con las herramientas jurídicas adecuadas para su desarrollo legal. Es decir, no está acá contenido ni plasmado un acuerdo sobre el mecanismo de refrendación ciudadana¸ o sea sobre el blindaje político que seguramente también tendrá el Acuerdo, pero que se dará a conocer en otro momento.
 2. Pero primero, hay que aclarar algunos conceptos…
Hay siete conceptos que se enuncian en el Comunicado y que deben conocerse, para poder comprender gran parte de lo que pactado: acto legislativo, bloque de constitucionalidad, bloque de constitucionalidad en sentido estricto, control de constitucionalidad, artículo transitorio, Acuerdo Especial del artículo 3 común y Declaración Unilateral. Veamos:
Acto legislativo: Es el nombre que se le da al instrumento que permite realizar reformas a la Constitución Política de Colombia a partir de un procedimiento llevado a cabo por el Congreso de la República
Bloque de Constitucionalidad: Según la Corte Constitucional, en Sentencia C-067 de 2003 es el conjunto de normas y principios “que, sin aparecer formalmente en el articulado del texto constitucional, son utilizados como parámetros del control de constitucionalidad de las leyes, por cuanto han sido normativamente integrados a la Constitución, por diversas vías y por mandato de la propia Constitución. Son pues verdaderos  principios y reglas de valor constitucional, esto es, son normas situadas en el nivel constitucional, a pesar de que puedan a veces contener mecanismos de reforma diversos al de las normas del articulado constitucional.”.  
Bloque de Constitucionalidad en sentido estricto: Son normas que no solo son tomadas como criterio de interpretación para el control constitucional, sino que integran la propia Constitución y tienen su misma fuerza vinculante, a diferencia del bloque de constitucionalidad en sentido amplio que son normas externas a la Constitución, pero que son tomadas como parámetro de interpretación para el control de constitucionalidad.
Control de constitucionalidad: Según el profesor Manuel Quinche se trata del “conjunto de mecanismos implementados a efectos de lograr la defensa de la Constitución” (Quinche, 2008, pág. 512). En Colombia, esto se concreta en que tanto la ciudadanía como las instituciones del Estado tienen la posibilidad de ejercer dicha defensa, es decir, de evitar que cualquier norma o situación jurídica contraríe algún principio o regla constitucional. La ciudadanía puede hacerlo a través de acciones públicas, el ejecutivo en los casos en que objeta leyes aprobadas por el Congreso de la República sustentando razones de inconstitucionalidad, el legislativo lo debe hacer en el proceso de elaboración de las leyes y, finalmente, el poder judicial a través de la Corte Constitucional (de forma principal) y del Consejo de Estado (en casos específicos), aunque también por medio de cualquier autoridad judicial del país que conozca de alguna acción constitucional. (Quinche, 2008, pág. 515).
Artículo transitorio: es un artículo que se incorpora en una norma con un período finito. Es decir, se consagra expresamente una fecha o momento en el que dicho artículo desaparece automáticamente del ordenamiento jurídico, en este caso, del texto constitucional.
Acuerdo Especial: Los acuerdos especiales de los que habla el artículo 3 común a los Convenios de Ginebra, son un compromiso mutuo, mediante el cual los cuales las partes en un conflicto no internacional se obligan a respetar el Derecho Internacional Humanitario.
Declaración Unilateral: Es un compromiso adquirido por una de las partes en conflicto a acogerse a las normas de Derecho Internacional Humanitario, la cual además sirve de base para actividades de seguimiento.
3. Ahora sí, ¿Por dónde arrancar?
El Gobierno radicó ante el Congreso el 15 de septiembre del año pasado un proyecto de acto legislativo (el Acto Legislativo nº 04/2015 Senado, 157/2015 Cámara) "por medio del cual se establecen instrumentos jurídicos para los desarrollos normativos necesarios para facilitar y asegurar la implementación del acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera”, que entre otros, incorpora un artículo transitorio a la Constitución, en el cual pone “en marcha el Procedimiento Legislativo Especial para la Paz por un período de 6 (seis) meses”, faculta al presidente por 90 días para proferir decretos con fuerza de ley para facilitar y asegurar la implementación del Acuerdo Final y señala que el Gobierno Nacional debe incluir por los próximos 20 (veinte) años en el Plan Plurianual de inversiones del PND un componente específico para la paz.
4. Bueno, ¿entonces cómo se va a incorporar el Acuerdo Final al ordenamiento jurídico colombiano?
En el Comunicado Público se señala que le corresponde al Gobierno introducir antes del 18 de mayo a dicho proyecto de Acto Legislativo, otro artículo transitorio, el cual debe señalar que el Acuerdo Final se configurará como un Acuerdo Especial de los que habla el artículo 3 común a los Convenios de Ginebra de 1949.
En el mismo artículo transitorio, se señalará que dicho acuerdo entrará a hacer parte del bloque de constitucionalidad, durante el período de implementación del mismo y como referente para la interpretación, el desarrollo y la validez de las normas que lo desarrollen.
5. ¿Y cuál es el artículo 3 común a los Convenios de Ginebra?
Primero, debe quedar claro que “Los Convenios de Ginebra y sus protocolos adicionales son la piedra angular del derecho internacional humanitario, es decir el conjunto de normas jurídicas que regulan las formas en que se pueden librar los conflictos armados y que intentan limitar los efectos de éstos.” (Comité Internacional de la Cruz Roja, 2010).
El artículo 3 común, que trata de conflictos no internacionales, señala unas obligaciones mínimas para las partes que suscriben dichos Convenios, planteando en su numeral 2 que “las Partes en conflicto harán lo posible por poner en vigor, mediante acuerdos especiales, la totalidad o parte de las otras disposiciones del presente Convenio.” ¿De cuál convenio? De todo el de Ginebra. Es decir, los llamados acuerdos especiales lo que buscan es implementar las normas de Derecho Internacional Humanitario en un escenario específico de conflicto no internacional, como más arriba lo veíamos.
6. Pero ¿Por qué se utiliza la figura del tal acuerdo especial?
Debe saberse, en primer lugar, que el Derecho Internacional Humanitario fue inicialmente pensado para los conflictos internacionales y bajo esa perspectiva se construyeron los Convenios de Ginebra de 1949. Posteriormente, se evidenció la importancia de extender las disposiciones del DIH a los conflictos no internacionales, aunque la adecuación normativa no ha sido plenamente desarrollada.
Por ello, el artículo 3 común a los cuatro convenios de Ginebra, plasma unas reglas mínimas que deben aplicarse en los conflictos no internacionales, pero incorpora la figura de los acuerdos especiales para que las partes se permitan decidir aplicar las reglas del DIH en el marco de su confrontación.
La duda que algunos expertos han planteado frente a este tema gira en torno a la manera en la cual un acuerdo especial, que como vemos trae reglas para regular el conflicto (es la esencia del DIH), resulta en este caso es siendo el marco para la finalización del mismo.
7. ¿Cómo se va a aprobar el acuerdo especial?
Señala el comunicado que el Procedimiento Legislativo Especial para la Paz (del que ya hablamos en el numeral 3º) incluirá un “procedimiento de ley aprobatoria del Acuerdo Especial”, el cual deberá ser presentado al Congreso por el Presidente de la República el Congreso de la República una vez sea firmado y el Acuerdo Final, para ser discutido allí mediante el procedimiento bajo el que se aprueban la mayoría de leyes en Colombia, aunque con la particularidad de que el contenido de dicho acuerdo no podrá ser modificado por el Congreso, tan solo aprobarse o rechazarse. Para ser aprobado, deberá ser votado positivamente por dos tercios de los asistentes o los miembros en cada una de sus etapas, lo que se denomina una mayoría calificada.
8. ¿Y qué más dicen sobre el proyecto de Acto legislativo nº 04/2015 Senado, 157/2015 Cámara?
Señalan aquí que la aprobación de normas para implementar el acuerdo final se hará mediante el Procedimiento Legislativo Especial contenido en el proyecto de Acto Legislativo nº 04/2015 Senado, 157/2015 Cámara. Pero lo interesante aquí, es que señala que la implementación se hará mediante leyes y también por actos legislativos, es decir, reconoce que en algún momento puede ser necesario realizar algún tipo de reforma a la Constitución para llevarla a cabo. Claro, ello ya se reconocía desde el proyecto original presentado por el Gobierno. Pero no deja de ser altamente relevante.
9. ¿Y quién controla todo eso? ¿Van a cambiar la Constitución así como así?
Es claro que aun cuando el comunicado conjunto y el proyecto de acto legislativo al que nos hemos referido, dejan abierta la puerta a que puedan realizarse reformas constitucionales en el curso de la implementación, no obstante dichos desarrollos no podrán desbordar la esencia de la Constitución del 91, ni saltarse sus reglas de procedimiento. Por ello, queda en claro que le corresponde a la Corte Constitucional, realizar control único (lo hará por una sola vez) y automático (en todos los casos, apenas el Congreso promulgue cada norma), para evitar que se vulnere o contradiga el texto constitucional.
Por el contrario, las leyes no pueden modificar la Constitución. Por tanto, al tratarse de estas, la Corte para ejercer el control constitucional revisa tanto que el procedimiento no se haya saltado el previsto en la Carta política o, en este caso, el Procedimiento Legislativo Especial, ni que contraríe en cualquier sentido o medida alguna norma sustancial de la Constitución.
Es decir, de ninguna manera se cambia la Constitución “así como así”. La Corte Constitucional  está en la obligación de estudiar absolutamente todas las normas de las que hemos hablando, tanto el Acuerdo Final, como las leyes que se aprueben mediante el procedimiento legislativo especial.
10. Pero en el numeral segundo se sigue tocando el proyecto de Acto Legislativo nº 04/2015 Senado, 157/2015 Cámara
En el numeral segundo del comunicado, se plantea añadir al artículo 1  del proyecto de Acto Legislativo la palabra “único”, para señalar que el control de constitucionalidad que se hace sobre los Actos Legislativos que se surtan por el Procedimiento Legislativo Especial no solo tendrán control automático (como plantea el texto presentado por el Gobierno al Congreso), sino además único de constitucionalidad.
Vale aclarar, los actos legislativos, por supuesto modifican la Constitución, pero no por ello pueden sustituirla o alterar su esencia, ni tampoco saltarse los procedimientos establecidos en ella para realizar el trámite de la modificación.
Como señalábamos en el punto anterior, el control automático es el que hace la Corte Constitucional a una norma sin que esta sea demandada por ningún ciudadano. Es decir, una vez la norma es promulgada, la Corte está en la obligación de estudiar su contenido y el procedimiento mediante el cual esta se elaboró para determinar su constitucionalidad o inconstitucionalidad.
El control único, por su parte, resulta ser una categoría bastante novedosa, que no se encuentra consagrada en el derecho colombiano, pero que en este caso entra a reforzar la idea del control de constitucionalidad hecho por la Corte para señalar que dicho estudio se hará por una sola vez y solo por esta institución.
11. ¿Por qué el numeral tercero plantea que se suprima del proyecto de Acto Legislativo la proposición aditiva “artículo transitorio. Jurisdicción Especial para la paz” y el numeral cuarto vuelve a enunciarla?
En la propuesta de acto legislativo presentado por el Gobierno al Congreso, se incorporó una proposición que incluía un artículo transitorio sobre la Jurisdicción Especial para la Paz, que se ha comprometió a retirar antes del 18 de mayo.
En lo planteado por el Gobierno, la Jurisdicción se incorporaba al ordenamiento jurídico mediante el acto legislativo en discusión en el Congreso. Lo planteado en el numeral cuarto es que al aprobarse en el Congreso el Acuerdo Final (ahora Acuerdo Especial), se debe impulsar un acto legislativo para incorporar totalmente a la Constitución el Acuerdo Final en un artículo transitorio, que debe contener expresamente el Acuerdo de la Jurisdicción Especial para la Paz firmado el 15 de diciembre de 2015 por las dos partes.
Todo lo anterior quiere decir, que el Congreso es quien aprueba el acuerdo final, mediante el procedimiento legislativo especial del que hablamos en el numeral 3º. Luego de ello, este se incorpora a la Constitución de manera transitoria, conteniendo además la Jurisdicción Especial para la Paz, a través de un acto legislativo surtido también mediante el procedimiento legislativo especial. Es decir, el Acuerdo Final y la Jurisdicción Especial para la paz se incorporan integralmente a la Constitución Política de forma transitoria, por disposición del Congreso y con la aprobación de la Corte Constitucional, como vimos en los numerales 9º y 10º.
12. Y dos elementos claves ene l plano internacional
Por una parte, el Acuerdo Final (que ya sería Acuerdo Especial), se depositaría ante el Consejo Federal Suizo, que es donde se depositan las Convenciones de Ginebra. Además,  señalan que el Estado colombiano debe hacer una declaración presidencial con forma de declaración unilateral ante el Secretario General de Naciones Unidas a partir de la Resolución para la Misión  Especial de Monitoreo y Verificación del Acuerdo sobre el Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo y la Dejación de las Armas, entre el Gobierno de Colombia y la guerrilla de las Farc, buscando que el Acuerdo Final, sea un anexo de la señalada resolución del Consejo de Seguridad.
Esto no es menor en términos del blindaje internacional, pues además de ser un espaldarazo grande al Acuerdo Final por parte del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, y en general por la comunidad internacional, también permitiría eventualmente evitar que lo planteado tanto en el Acuerdo Final (para entonces ya Acuerdo Especial) y en la declaración unilateral sea desconocido o incumplido.
13. Y para cerrar…
Aun cuando era claro que el propósito del artículo era simplemente proponer algunos elementos para facilitar su lectura y comprensión, me es permitido anotar algunas conclusiones sobre el aspecto político de este acuerdo y su trascendencia en el momento actual, sobre lo cual vale decir.
a) Del acuerdo se desprenden compromisos para las tres ramas del poder público, en especial al Congreso y a la Corte Constitucional, a quienes les corresponde velar porque el proceso de implementación no vaya en menoscabo de la institucionalidad, pero tampoco de lo acordado por las partes.
b) No obstante, la composición del Congreso de la República permite pensar que el proceso de implementación puede ser bastante lento y complejo. De allí pueden faltar aspectos por aclararse, como la eventual presencia de las FARC-EP en tal escenario o el momento desde el cual empezaría el proceso de implementación, pues faltan aún dos años para elecciones legislativas.
c) Este es quizá el acuerdo más importante que se haya conocido, por cuanto permite pensar en la concreción del acuerdo ya no solamente en términos políticos, sino con una trascendencia jurídica que denota la posibilidad real de que este se materialice.
d) La discusión más importante que queda sin cerrarse es, evidentemente, la del mecanismo de refrendación. El Gobierno ha insistido en la propuesta del plebiscito para la paz, en tanto el cuestionamiento más grande que han hecho diversos sectores de la opinión pública pasa precisamente por la falta de claridades y de acuerdo en este punto, advirtiendo un aspecto negativo frente a la posibilidad de que no haya refrendación ciudadana de lo acordado.
e) Sean cuales sean los escenarios y los debates que en adelante se abran, sin duda estamos en un momento clave para el proceso de paz, que requiere rodear los diálogos, difundir los acuerdos y construir las mayorías necesarias para la finalización de la guerra, independientemente de cuáles sean los mecanismos jurídicos o políticos que nos conduzcan a ello.

Bibliografía

Comité Internacional de la Cruz Roja. (29 de Octubre de 2010). Los Convenios de Ginebra de 1949 y sus Protocolos adicionales. Obtenido de https://www.icrc.org/spa/war-and-law/treaties-customary-law/geneva-conventions/overview-geneva-conventions.htm
Mack, M. (2008). Mejorar el respeto del Derecho Internacional Humanitario en los conflictos armados no internacionales. Ginebra: CICR.
Quinche, M. F. (2008). Derecho Constitucional Colombiano. De la Carta de 1991 y sus reformas . Bogotá: Ibáñez.
Sentencia C-067 de 2003 (Corte Constitucional) M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra.
 [1] Con invaluable ayuda y aportes en su elaboración de los politólogos Jairo Rivera y Luisa Cajamarca y de la abogada Tania Bonilla
Por: Fernando Vega Lugo
@FernandoVeLugo

“La paz será la victoria de Colombia entera”

 Por. Carlos A. Lozano Guillén
Mayo 27 de 2016.
  
Prepararse para la celebración de la paz estable y duradera. Se acerca el acuerdo final, pero el Establecimiento no quiere dar el paso decisivo en la reconciliación
A Simón Trinidad, preso político del imperio, lo esperan en La Habana para la firma del Acuerdo Final.
A Simón Trinidad, preso político del imperio, lo esperan en La Habana para la firma del Acuerdo Final.

“La paz será la victoria de Colombia entera”, dijo el comandante Iván Márquez, cabeza de la delegación de paz de las FARC-EP en La Habana, el pasado 13 de mayo, cuando dio a conocer el blindaje jurídico y constitucional del Acuerdo Final de paz estable y duradera.

La paz será la victoria de Colombia entera.

Por Delegación de Paz de las FARC 
13 de Mayo 2016.
cabezote delegacion nuevo
 La Habana, Cuba, sede de los Diálogos de paz, mayo13 de 2016

El proceso de paz va por buen camino. Las FARC-EP y el Gobierno de Colombia, en desarrollo del derecho a la paz, hemos convenido la ruta más corta y segura en lo jurídico, para llegar a la reconciliación nacional.

52 años de lucha por la paz en Colombia

Escrito Por FARC EP.
26 de Mayo de 2016.

52 años de lucha por la paz en Colombia
cabezote farc ep.co mini 

Las FARC-EP cumplimos este 27 de mayo el 52 aniversario de existencia como fuerza político militar revolucionaria. Y lo hacemos en un  momento trascendental para la vida de nuestra nación, cuando nos hallamos a las puertas de alcanzar un acuerdo definitivo de paz con el gobierno nacional. Al cumplirse cinco décadas y un par de años de iniciada la guerra, la cordura parece por fin imponerse sobre los belicosos ánimos que desencadenaron la tragedia.

sábado, 28 de mayo de 2016

MINGA NACIONAL. VOLVEMOS A LAS CALLES Y A LAS CARRETERAS


Vista parcial de representantes de las organizaciones que conforman la Cumbre Agraria en el lanzamiento de la Minga Nacional. Rueda de prensa.

En rueda de prensa efectuada en la mañana de este 27 de mayo en las instalaciones de la Organización Nacional Indígena de Colombia, ONIC, el movimiento social Cumbre Agraria dio a conocer las razones y los pormenores de lo que será la Minga Nacional Agraria, Campesina, Étnica y Popular.

El inicio de la minga será a las cero horas del próximo 30 de mayo y se extenderá en campos y ciudades de todo el país. Todas las actividades previstas a realizarse dentro del marco de la Minga se harán de forma pacífica. La fecha del final del certamen está en manos del gobierno en cabeza del presidente Santos, ya que se hará cuando este atienda los requerimientos de las comunidades.

La Cumbre Agraria es una convergencia de al menos 24 organizaciones sociales de base que abarcan los sectores Campesino, indígena, afrodescendiente, sindical, político, ambiental y minero, entre otros.

Paro campesino en el Catatumbo. Foto: Notimundo.

Son múltiples las causas que motivaron la decisión de llevar a cabo este tipo de protesta social, tales como el incumplimiento por parte del gobierno, de los acuerdos pactados desde los paros agrarios y minga indígena de 2013 y 2014, así como las jornadas de indignación de 2015 y los pliegos de exigencia presentados tras las movilizaciones del 24 de enero y 17 de marzo de 2016.

“Evidenciamos una falta de voluntad del presidente Juan Manuel Santos para  dar cumplimiento a los acuerdos y de sentarse a dialogar con las organizaciones de Cumbre Agraria”, dijo ante la prensa Luis Fernando Arias, presidente de la ONIC.

Así mismo motivan esta movilización la amenaza de desplazamiento masivo de campesinos por los megaproyectos agrícolas, mineros e hidroenergéticos, de las transnacionales y del gran capital. “Los campesinos somos una especie en vías de extinción”, dijo al respecto el dirigente del Coordinador Nacional Agrario, Robert Daza, quien agregó que por eso, "volvemos a las calles y carreteras".

Paro campesino en el Catatumbo. Foto: Camilo Raigozo.Notimundo.


La minga también tiene como objetivo manifestar la oposición de la mayoría de los colombianos a los Tratados de Libre Comercio; al Plan Nacional de Desarrollo; a la venta los recursos estratégicos de la nación; a la venta de las empresas públicas; a la venta de los bienes energéticos; a los daños medioambientales; al deterioro del agua; al acaparamiento de tierras; al latifundio y a las políticas extractivistas, entre otros.

Al mismo tiempo que la Minga Nacional apoya los diálogos de paz con las FARC EP y el ELN, fustiga el resurgimiento de la estrategia paramilitar de la extrema derecha. “Estas fuerzas oscuras han asesinado a más de 70 campesinos, desplazado a centenares de familias y tienen amenazadas a otras miles”, aseveró Robert Daza. 

Finalmente la Cumbre Agraria convocó “al conjunto del pueblo colombiano a hacer parte de la Gran Minga Nacional 'Sembrando Esperanza, Cosechando País' y participe en las movilizaciones pacíficas, en los eventos culturales y demás acciones previstas, para expresar su inconformidad con el actual modelo económico y de desarrollo, que no corresponde con los sueños del pueblo por alcanzar la paz con justicia social y ambiental”.


Vista parcial de representantes de las organizaciones que conforman la Cumbre Agraria en el lanzamiento de la Minga Nacional. Rueda de prensa. 

En rueda de prensa efectuada en la mañana de este 27 de mayo en las instalaciones de la Organización Nacional Indígena de Colombia, ONIC, el movimiento social Cumbre Agraria dio a conocer las razones y los pormenores de lo que será la Minga Nacional Agraria, Campesina, Étnica y Popular.

El inicio de la minga será a las cero horas del próximo 30 de mayo y se extenderá en campos y ciudades de todo el país. Todas las actividades previstas a realizarse dentro del marco de la Minga se harán de forma pacífica. La fecha del final del certamen está en manos del gobierno en cabeza del presidente Santos, ya que se hará cuando este atienda los requerimientos de las comunidades.

La Cumbre Agraria es una convergencia de al menos 24 organizaciones sociales de base que abarcan los sectores Campesino, indígena, afrodescendiente, sindical, político, ambiental y minero, entre otros.

Son múltiples las causas que motivaron la decisión de llevar a cabo este tipo de protesta social, tales como el incumplimiento por parte del gobierno, de los acuerdos pactados desde los paros agrarios y minga indígena de 2013 y 2014, así como las jornadas de indignación de 2015 y los pliegos de exigencia presentados tras las movilizaciones del 24 de enero y 17 de marzo de 2016.

“Evidenciamos una falta de voluntad del presidente Juan Manuel Santos para  dar cumplimiento a los acuerdos y de sentarse a dialogar con las organizaciones de Cumbre Agraria”, dijo ante la prensa Luis Fernando Arias, presidente de la ONIC.

Así mismo motivan esta movilización la amenaza de desplazamiento masivo de campesinos por los megaproyectos agrícolas, mineros e hidroenergéticos, de las transnacionales y del gran capital. “Los campesinos somos una especie en vías de extinción”, dijo al respecto el dirigente del Coordinador Nacional Agrario, Robert Daza, quien agregó que por eso, "volvemos a las calles y carreteras".


 La minga también tiene como objetivo manifestar la oposición de la mayoría de los colombianos a los Tratados de Libre Comercio; al Plan Nacional de Desarrollo; a la venta los recursos estratégicos de la nación; a la venta de las empresas públicas; a la venta de los bienes energéticos; a los daños medioambientales; al deterioro del agua; al acaparamiento de tierras; al latifundio y a las políticas extractivistas, entre otros.

Al mismo tiempo que la Minga Nacional apoya los diálogos de paz con las FARC EP y el ELN, fustiga el resurgimiento de la estrategia paramilitar de la extrema derecha. “Estas fuerzas oscuras han asesinado a más de 70 campesinos, desplazado a centenares de familias y tienen amenazadas a otras miles”, aseveró Robert Daza. 

Finalmente la Cumbre Agraria convocó “al conjunto del pueblo colombiano a hacer parte de la Gran Minga Nacional 'Sembrando Esperanza, Cosechando País' y participe en las movilizaciones pacíficas, en los eventos culturales y demás acciones previstas, para expresar su inconformidad con el actual modelo económico y de desarrollo, que no corresponde con los sueños del pueblo por alcanzar la paz con justicia social y ambiental”.

 https://www.youtube.com/user/nolascopresiga/videos


http://fensuagro.org/index.php/2015-06-03-20-00-04/nacional/908-minga-nacional-volvemos-a-las-calles-y-a-las-carreteras 


 





Por: Organizaciones sociales
Mayo 28 de 2016.



 Cumbre Agraria convoca a minga nacional por el buen vivir, una reforma agraria estructural y una ciudad digna

La Cumbre Agraria, compuesta por diferentes organizaciones sociales, tomó la decisión de realizar una minga a nivel nacional. Foto: Internet

Convocamos al conjunto del pueblo colombiano a hacer parte de la Gran Minga Nacional "Sembrando Esperanza, Cosechando País" participando en las acciones de movilización pacífica que se avecinan para expresar nuestra inconformidad con el actual modelo económico y de desarrollo, que no corresponde con los sueños del pueblo por alcanzar la paz con justicia social y ambiental.

El gobierno de Juan Manuel Santos y sus predecesores, han sido enfáticos al expresar públicamente que el modelo de desarrollo del país no es negociable y aunque la ciudadanía se ha manifestado en contra del mismo, el Estado colombiano sigue sin escuchar u ofrecer alternativas sostenibles para dar solución de fondo y de manera estructural a la crisis económica, ambiental y social que se agudiza en todo el territorio colombiano.

Hoy nuestro llamado es a enfrentar las nocivas políticas extractivistas que ponen en riesgo los bienes naturales, la soberanía nacional y la pervivencia física y cultural de las comunidades rurales y del conjunto del pueblo colombiano.

Este llamamiento también responde a la indiferencia e incumplimiento sistemático en el que viene incurriendo el gobierno a los acuerdos alcanzados tras los Paros Agrarios y Minga Indígena de 2013 y 2014, así como las jornadas de indignación de 2015 y los pliegos de exigencia presentados tras las movilizaciones del 24 de enero y 17 de marzo de 2016.

El gobierno sigue incumplimiento las órdenes de la Corte Constitucional para la protección de las victimas (Sentencia T-025), postergando la reparación integral contemplada en la ley 1448/11.



Minga realizada por indígenas del Cauca. Foto: Notimundo.

 Diversos sectores sociales (victimas, ambientales, transportadores, sindicales, mujeres, educativos, urbanos y rurales entre otros) venimos oponiéndonos a las políticas gubernamentales que responden a los Tratados de Libre Comercio y se expresan en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) que pone en venta los recursos estratégicos de la nación, las empresas públicas, los bienes energéticos, el agua y distribuye de manera inequitativa la tierra, aumentando los beneficios en favor de unos pocos y excluyendo a millones de ciudadanos, campesinos, indígenas y negros de sus legítimos derechos.

Nos oponemos también de manera radical a la ley de seguridad ciudadana, que viola las libertades democráticas, al nuevo código de policía y la actuación represiva por parte del Esmad contra las justas protestas de las personas.

Nos oponemos a las detenciones arbitrarias, la persecución, hostigamientos y asesinatos de líderes sociales y defensores de derechos humanos, así como la nueva fase de paramilitarismo que atenta gravemente contra las organizaciones sociales populares y pone en riesgo la consecución de una paz estable y duradera.

Reiteramos nuestro apoyo al proceso de diálogos de paz con las FARC y con el ELN, pues estamos convencidos de la salida negociada al conflicto armado; pero de la misma manera, consideramos que se requieren soluciones concertadas al conflicto social, político y económico, necesarias para una paz con justicia social y ambiental.

En consecuencia, y como una justa e histórica reivindicación, reclamamos del gobierno nacional que se garantice la participación activa, vinculante y decisoria de las comunidades para diseñar y construir la reforma agraria Integral que redistribuya y democratice la propiedad de la tierra y reoriente el modelo de desarrollo económico en armonía con la naturaleza y la diversidad cultural.

Reiteramos el llamado amplio a todas las personas y comunidades del campo y la ciudad, para que expresemos en un solo sentir nuestra voz de esperanza por un cambio de rumbo en el país, que garantice el buen vivir de las presentes y futuras generaciones. 

Pongámonos la ruana, el sombrero, el bastón de mando y salgamos a caminar la palabra en calles y carreteras, campos y ciudades, para manifestar nuestro compromiso en defensa del agua, el alimento, a las semillas nativas, a la naturaleza y la identidad cultural. Nuestra lucha es por la vida.